domingo, 2 de febrero de 2014

Comunicado agresión nochevieja



CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA, AUTODEFENSA FEMINISTA

Escribimos este comunicado para denunciar la agresión dada por parte de un individuo el 31 de Diciembre de 2013. Como feministas, nos vemos en la necesidad política de difundir y avisar acerca de las actitudes y comportamientos patriarcales de esta persona, que han tenido lugar en repetidas ocasiones y diferentes espacios.

El individuo acudió, al igual que nosotras, a la fiesta de nochevieja desarrollada en el CSROA La Quimera. Durante el transcurso de la noche, llevó a cabo diversas agresiones machistas hacia diferentes personas socialmente leídas como mujeres. Primero, irrumpió tras la mesa de la DJ para exigirle un cambio de música mediante gritos e insultos, junto con unos cuantos compañeros. Después, intentó mear en medio del sótano del centro social, momento en el cual se decidió expulsarle del espacio. Al finalizar la fiesta salimos del centro social, donde  nos lo encontramos en la calle y acudió a nosotras violentamente en busca de explicaciones, sin reconocer ninguno de sus actos previos. Tras ello comenzó una persecución por el barrio de Lavapiés, a pesar de pedirle tajantemente que se fuera en reiteradas ocasiones, adoptando una serie de actitudes y acciones molestas, autoritarias, agresivas y violentas, hasta finalizar con la agresión física en el interior del bar en que nos encontrábamos. 

A día de hoy, el heteropatriarcado se mantiene en todas sus formas en los movimientos sociales. En espacios en los que nos encontramos una supuesta frontera dentro-fuera en cuanto a la violencia machista que se presenta como ficticia, y donde las dinámicas siguen siendo las del exterior, las de una sociedad patriarcal que jerarquiza los sexos para devaluar a las personas socialmente leídas como mujeres. Estamos hasta el coño de tener que presenciarlas, sufrirlas y gestionarlas, para que más tarde se nos exija ejercer el rol de comprensivas pedagogas-cuidadoras y explicar lo que supone esta violencia cotidiana para cada una de nosotras y nuestras compañeras, conocidas o desconocidas. Es por ello que esto no se trata de un comunicado específico acerca de una agresión hacia nosotras en concreto, sino que hablamos de una cuestión política que debe ser reflexionada tanto a nivel individual como colectiva. Escribimos así este comunicado, ya que el silencio ante estas situaciones es cómplice de los privilegios de unos cuantos machirulos como él, que pretenden seguir ocupando espacios feministas sin ser realmente nada de eso.
Es por ello que hemos decidido escribir un comunicado diferente para los centros okupados, con datos más específicos sobre el agresor.

De esta manera, llamamos a la autorganización transfeminista y a la politización de las agresiones, a la denuncia, la autodefensa y la acción directa y legítima contra este tipo de comportamientos, así como a la reflexión de los grupos mixtos y no mixtos que desean construir y crear desde la igualdad radical.

Renunciamos así a la pasividad o al victimismo que el guión patriarcal nos impone ante este tipo de sucesos. No permitiremos ninguna muestra de violencia más, rechazamos activamente los paternalismos benevolentes e indulgencias de una igualdad ficticia y jerárquica donde “se nos ofrecen” las migajas de la esfera pública. No buscamos que se nos comprenda o se nos tolere, conquistaremos todos aquellos espacios que a día de hoy nos siguen siendo hostiles. No nos doblegaremos ante la lógica heteropatriarcal. No queremos otro protagonismo que el nuestro, ni voces que tapen lo que tenemos que decir, no necesitamos compañeros protagonistas ni héroes protectores.  Escupimos a la cara de los agresores machistas y su nauseabunda moral, para recordar orgullosas que, feministas y disidentes del género, seguimos y seguiremos en pie ante ellos, combatiéndoles en manada, haciendo de nuestra rabia, nuestros cuerpos, nuestras prácticas y nuestra existencia, un arma política indestructible

Esperamos que como consecuencia lógica de hacer pública esta agresión, los CSO actúen con la misma determinación ante la presencia de dicho sujeto, no solo por ahorrarse los conflictos anteriormente mencionados, sino como forma de rechazo hacia aquello que aquí denunciamos, pues entendemos que se trata de espacios liberados donde todx asistente debe sentirse segurx y cómodx. No se puede crear un espacio alternativo, un lugar de resistencia, una herramienta transformadora, sin oponerse tajantemente al ejercicio de la violencia machista y sus manifestaciones. Como ya hemos dicho, no buscamos apoyo, sino compañerxs de lucha que manifiesten activamente su rechazo ante estas actitudes y ante la violencia estructural hacia las personas socialmente leídas como mujeres.

Como bien dicen nuestras compañeras:  MACHIRULOS, TENED CUIDADO.